¿Que sucede si te encuentras en medio de una habitación llena de color, donde todos los planos -suelo, techo, paredes- son tratados del mismo modo, con lineas de colores vivos? Sinceramente un gran mareo seguro.
El artista Markus Kinnenbrink ha unido en esta instalación la pintura con la arquitectura, ha tratado diferentes salas en la Kunshalle de Nurember como si de grandes lienzos se tratasen. Así los visitantes pueden introducirse en este gran lienzo y moverse alrededor de el.
Un espacio sin fin, lleno de intensidad cromática. El artista jugando con los ángulos, colores y anchuras de las líneas sumerge al visitante en un mundo psicodélico.
Etiquetas:
Arquitectura,
instalación,
Pintura
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