Las Minas de sal situadas en Turda, Rumania se han convertido en un maravilloso lugar recreativo y por su belleza en uno de los mejores sitios para visitar bajo tierra. Lo que desde el siglo 17 fue un lugar de riqueza para la región hoy en día es un de esos lugares mágicos convertido en museo.
Las imágenes hablan por sí solas. Rehabilitado para poder ser visitado,se han construido todos los elementos recreativos en madera y se ha realizado una iluminación que no solo deja ver los dibujos de la tierra escavada, sino que maximiza la belleza del lugar.
Etiquetas:
Arquitectura,
instalación
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